Hay veces que las calzadas son predadas por rapaces de mayor talla que ella, y otras veces es la calzada la que captura a otras rapaces diurnas y nocturnas presentes en sus zonas de caza. Una de las rapaces de pequeño tamaño que forman parte de la dieta de la especie, son los cernícalos comunes o vulgares (Falco tinnuculus). Ya en mi libro sobre el águila calzada, aportaba datos de predación sobre cernícalos en Madrid y Murcia. En Madrid se encontraron dos ejemplares predados, lo que representaba el 0,99% de las presas identificadas. En Murcia teníamos 6 casos, representando el 6,90% de las presas determinadas en este estudio sobre la dieta de la calzada. En mis jornadas de campo y nidos de calzadas, he localizado restos de cernícalo primilla (Falco naumanni) en una sola ocasión. Al final son muchas las ocasiones en que calzadas y cernícalos interaccionan durante una estación reproductora. Los cernícalos no toleran la presencia de otras rapaces por las cercanías de sus nidos, de ahí que rápidamente salgan a hostigar y acosar a estas posibles predadoras. Pero en otras ocasiones, son las calzadas las que se fijan en sus vecinas más pequeñas, y deciden que formen parte de su dieta ese día. Hace un tiempo, mi amigo Ángel J.R. Navas, me envió la siguiente imagen. No he localizado al autor de la fotografía, de ahí que no pueda indicarlo en el pie de la foto. Me pareció una muy buena foto, no por la calidad, sino por la importancia de la imagen, testimonial de la captura por parte de una águila calzada de un cernícalo común, posiblemente un macho joven inexperto si nos fijamos en la anchura de la banda negra subterminal de la cola. La calzada me parece una hembra clara adulta con su iris color anaranjado. La zona se ve que es abierta con algo de vegetación, hábitat como les gusta a calzadas y cernícalos para la caza. Esta vez nos tocó ganar a nosotros...