Sabiendo
ya que la llegada de las Calzadas a sus territorios tiene lugar sobre mediados
de marzo, y que las semanas siguientes se dedican a los vuelos territoriales, nupciales,
arreglo de nidos y cópulas, el siguiente aspecto a abordar de la especie son
las puestas. Cuando comencé a estudiar la calzada, allá por 1995, teníamos que
recurrir a las grandes obras ornitológicas como Cramp & Simmons (1988) o a
los trabajos de Iribarren para conocer un poco su biología reproductiva. Había
muchos aspectos que se desconocían en las puestas de las calzadas como por
ejemplo, si existían puestas de reposición, medidas oológicas de puestas de la
península ibérica, días de incubación…
Comencé
a estudiar las puestas en la especie y a descubrir cosas curiosas y
desconocidas. Posteriormente han venido otros investigadores que como José en
Madrid, Enrique en Murcia, Josep en Cataluña… han complementado y mejorado el
conocimiento de las puestas en esta especie. Fruto del estudio de la especie en
Ávila, Madrid, Murcia y Cataluña hoy tenemos toda la información que a
continuación os comento sobre las nidadas de la Calzada en España.
Lo
primero que tenemos que comentar es que el tamaño medio de puesta de la Calzada
es de dos huevos. Este hecho que recogen los referentes en la bibliografía
ornitológica, es confirmado en mis investigaciones en el Valle del Tiétar
(Ávila) así como por otros autores en Navarra, Murcia, Madrid, Cataluña… Pero
existen puestas compuestas solamente por 1 huevo (son menos corrientes); estas
puestas corresponden a parejas nuevas, nuevos reproductores... Estos huevos
como veremos más adelante suelen ser infértiles y de menores dimensiones, hecho
confirmado también por Iribarren para Navarra. También se ha demostrado la
presencia de puestas de reposición de parejas que fracasan en estadios
tempranos de la temporada. En 1998 describí en el Journal of Raptor Research dos
casos de puestas de reposición en el Valle del Tiétar (García Dios, I. S. 2001).
Existía
una cita en la literatura en las que se anotaba la existencia de una puesta de 3
huevos (Glutz von Blotzheim et al. 1971). Este hecho se ha confirmado en la
Sierra de Guadarrama donde el 8% de las puestas controladas fue de tres huevos
(Díaz Ruiz y Cebollada Baratas, 2011). En cuanto a la frecuencia de cada tipo
de puesta dependiendo del número de huevos, aquí os presento su variación en
varias zonas geográficas diferentes:
-. En el Valle
del Tiétar (Ávila) el porcentaje de puestas de dos huevos fue del 85,19 % y de un huevo
el 14,81 % (García Dios, datos inéditos).
-. En Cataluña el
porcentaje de puestas de dos huevos fue del 95,7 % y de 1 huevo el 4,3 % (Bosch, 2003).
-. En la Sierra de Guadarrama (Madrid), el 67% de
las puestas fue de dos huevos, el 25% de un huevo y el 8% tres huevos (Díaz
Ruiz y Cebollada Baratas, 2011).
-. En Sudádrica, las cuatro puestas medidas eran de 2 huevos (Martin et al. 1974a, 1976b; Steyn & Grobler, 1981).
-. En Sudádrica, las cuatro puestas medidas eran de 2 huevos (Martin et al. 1974a, 1976b; Steyn & Grobler, 1981).
El tamaño medio de la puesta es de 1,96 ± 0,21 huevos (Cataluña central) o 1,78 ± 0,42 huevos (Valle del Tiétar, Ávila).
FOTOGRAFÍA: Ignacio S. García Dios© Puesta de un solo huevo en un nido en rama lateral de Guisando (Ávila) |
La
mayor cantidad de puestas en el Valle del Tiétar (Ávila) se ponen entre el
25/04 y 01/05; en Cataluña entre el 15/04 y 21/04 (Bosch, 2003); en Sierra de
Guadarrama (Madrid) en los primeros días de mayo (Díaz Ruiz y Cebollada Baratas, 2011)
aunque dependiendo del año encuentran diferencias en la fecha media de puesta debido
a condiciones climatológicas, edad de los reproductores o fechas de llegada
(Díaz, 2006).
Uno
de los factores que puede influir en el retraso de las fechas de puesta entre
poblaciones, son las condiciones meteorológicas adversas como han indicado
diversos autores (Garzón & Araujo, 1972; González, 1991; Mearns & Newton,
1988; Newton, 1979; Ojanen, 1979; Steenhof et al., 1999; Krüger et al., 2002). La
población del Valle del Tiétar (Ávila) presenta unos 5-6 días de retraso en la
fecha media de puesta así como en la fecha de máxima frecuencia de puestas, ya
que la precipitación en el periodo prepuesta es mayor que en Cataluña y Murcia.
Mayor número de días de lluvia implica menor tiempo para tareas de caza y menor
disponibilidad de presas con la consiguiente menor incremento corporal de la
hembra. También se ha observado que las molestias derivadas por ejemplo de la
Gestión Forestal en los territorios de cría, pueden influir en el retraso de la
puesta así como en un menor productividad por muerte de embriones o caída de
pollos del nido (García Dios, 2000). En Cataluña (Bosch, 2003) no encuentra
correlación entre la fecha de puesta y la precipitación media o el número de
días de lluvia en el periodo de prepuesta.
Los
huevos son generalmente blancos inmaculados, aunque en ocasiones pueden tener
algunos pequeños moteados rojizos. En el momento de la puesta, los huevos
pueden presentar manchas derivadas de restos de sangre de la hembra. Conforme
los huevos pasan más tiempo en el nido se van ensuciando, sirviendo este hecho
para determinar el orden en la puesta.
El
tamaño medio de los huevos es de 54,73 x 44,26 mm. (n=113) y el peso medio
fresco de los huevos fértiles (pesado entre 1 y 2 días desde la puesta) es de
60,8 g (García Dios, datos inéditos). El peso medio de la cáscara de huevos fértiles es de 5,92 g. (Martínez López et al., 2007). En Sudáfrica, el tamaño
medio de las puestas medidas (n=4) fueron 54,25 x 44,15 mm.; valores que están
dentro del rango de tamaños recogidos por Brown & Amadon (1968) para la
especie en su paleártica.
FOTOGRAFÍA: Ignacio S. García Dios© Puesta de dos huevos en un nido de Arenas de San Pedro (Ávila) |
-. La media de
las variables medidas de todos los huevos analizados (fértiles, infértiles,
puestas de 1 huevo, puestas de 2 huevos) es de 52,10 x 42,40 mm. y un volumen
de 93663,30 mm3.
-. La media de
las variables medidas de todos los huevos de puestas dobles es de 54,63 x 44,33
mm. y un volumen de 107561,13 mm3.
-. La media de
las variables medidas de todos los huevos de puestas simples analizados es de
54,44 x 43,91 mm. y un volumen de 105326,56 mm3.
-. La media de
las variables medidas de todos los huevos fértiles es de 54,73 x 44,40 mm. y un
volumen de 108140,91 mm3.
-. La media de
las variables medidas de todos los huevos infértiles es de 52,60 x 42,58 mm. y
un volumen de 99877,65 mm3.
-. La media de
las variables medidas de los huevos de puestas de reposición analizados es de 51,75
x 42,30 mm. y un volumen de 92595,76 mm3.
Resumiendo
estos datos podríamos decir que existe un descenso en las tres variables oológicas
muestreadas siendo los huevos fértiles de mayores dimensiones que los infértiles.
Las puestas de reposición (n=2) muestran valores todavía más reducidos (-2,98
mm. de largo x -2,10 mm. de ancho). Por el contrario, no existen grandes
diferencias entre las medidas de huevos procedentes de una puesta doble o de
una puesta simple.
La
incubación comienza con la puesta del primer huevo, presentando una asincronía
en la puesta entre el primer y el segundo huevo de unos 2-3 días (Cramp y
Simmons, 1980; Del Hoyo et al., 1994). Steyn & Grobler (1981) determinan
una asincronía de puesta de 31/2 días. En esos momentos, los huevos
están fríos al tacto. Conforme el pollo se va desarrollando en su interior, empieza
a aumentar la temperatura hasta el momento de la eclosión.
La
incubación oscila entre 37-40 días (Cramp y Simmons, 1980; Bezzel, 1985; Iribarren
y Arbeola, 1988; Del Hoyo et al., 1994). En el Valle del Tiétar (Ávila), son 38
días de media de incubación (mínimo 36 – máximo 39 días). En la Sierra de
Guadarrama (Madrid) entre 37-38 días (Díaz, 2006) En Sudáfrica se determina en 40 días
de incubación en uno de los nidos en los que se accedía (Steyn & Grobler,
1981).
FOTOGRAFÍA: Roger Powell© http://www.arkive.org/booted-eagle/hieraaetus-pennatus/image-G38192.html |
En
todos los años de estudio de la calzada, solamente he visto dos veces a un
macho incubar durante unos minutos los huevos mientras la hembra estaba fuera
alimentándose con la presa que le había traído el macho. En Sudáfrica también se
anota este comportamiento de los machos participando en la incubación de los
huevos (Steyn & Grobler, 1985). En 19 horas de observación que realizaron a
lo largo de 4 días, fue la hembra la que pasó el 89,6% del tiempo incubando; el
macho solo 8,3% y permanecieron los huevos solo un 2,3% (21 minutos). Cuando se
echa el macho está como intranquilo, no se les ve a gusto posiblemente por su tamaño
respecto al tamaño de los huevos
Durante
las horas de observación que he realizado en algunos de los nidos de Calzadas,
he asistido a la puesta del segundo huevo. Tengo que decir que en esos momentos
he visto a la hembra estirarse en el nido, con el cuerpo tenso, apretado… dando
la sensación de esfuerzo y dolor. Durante la incubación la pareja se muestra
muy discreta y callada. En el caso de detectar la presencia de algún peligro,
depredador o humano, se agachan y se pegan más al nido, se aplastan intentando
pasar desapercibidas con el color del plumaje del dorso. Una vez que ya tienen
la puesta completa, las hembras aguantan más en el nido sin salir en caso de
aproximación de un peligro. En algunos momentos, estábamos subiendo al nido y
la hembra seguía dentro, sin salir. Cuando están a punto de eclosionar los
pollos es cuando más tiempo permanecen dentro. La inversión que han hecho es
muy alta y deben protegerlos al máximo.
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