Otro punto fuerte del Águila Calzada: Vuelos Nupciales.
Ya hemos asistido a su llegada a nuestras latitudes, cómo ha vuelto a sus áreas de cría (nesting habitat), cómo han vuelto a su nido y lo han señalizado, cómo el macho ha estado marcando su territorio y cómo la hembra ha llevado el peso de la mejora del nido. Ahora poco a poco, la hembra va a ir ganando peso para enfrentarse al momento de poner los huevos. Antes de ese momento, el macho irá entrando en celo y la hembra también lo hará pero dependerá de su compañero. Dependerá de la cantidad de alimento que le traiga, de los vuelos territoriales, de los cantos... A la hembra hay que cortejarla y hacerle entrar más rápido en su celo. Esta entrada en celo se verá acelerada por los vuelos nupciales, por vuelos ritualizados con la pareja.
FOTOGRAFÍA: Juan Lacruz© |
De todas las especies de Águilas presentes en la península Ibérica, la Calzada es la que muestra mayor número en el tipo de vuelos nupciales, complejidad de los vuelos, mayor número de registros vocales... Este hecho nos da una idea de que estamos trabajando con una especie con comportamientos muy evolucionados.
Conforme se va acercando la fecha de la puesta, los vuelos nupciales van tomando mayor protagonismo. En muchas ocasiones estos vuelos terminan con la cópula dentro del bosque.
FOTOGRAFÍA: Juan Lacruz© |
Existen sin duda ciertos vuelos o vuelos-posturas que son fundamentalmente nupciales y no territoriales y que son todos los vuelos ritualizados pareados. Estos vuelos a los que se busca una sincronización entre los componentes de la pareja con una finalidad de cohesión, de posterior acoplamiento etc., los realizan prácticamente todas las especies de aves rapaces, tanto si son especies sociales o coloniales, como si son estrictamente territoriales.
Vuelos pareados hemos observado en las águilas calzadas y que con mucha frecuencia son el preludio de una acción que debe ser ejecutada por los dos miembros de la pareja. Con mucha frecuencia también, hemos observado cómo mediante un movimiento de intención que consiste en juntar las puntas de las alas por un instante sobre la cola, uno de los cónyuges indica al otro su voluntad de descenso.
En las águilas; estos vuelos se suelen observar desde su llegada a los territorios de nidificación hasta la puesta y suelen generarse de la siguiente forma:
Uno de los componentes de la pareja sobrevuela el lugar de nidificación y debe actuar con estímulo visual para el otro que aparece y rápidamente sincroniza su vuelo con el del primero, vuelo que con frecuencia acaba con el descenso de uno, seguido del otro, finalizando con el apareamiento si el estado sexual de ambos es el adecuado. La función de estos vuelos es, sin duda, primordialmente nupcial y como hemos dicho anteriormente, servirían para cohesionar la pareja, también para mostrar su existencia en un determinado territorio a los individuos de la misma especie que ocupan territorios limítrofes y para posibilitar ciertas acciones que deben ser realizadas por ambos (acoplamiento, en algún caso construcción del nido por la pareja y posteriormente trasvase de presas del macho a la hembra en vuelo.
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