Este fin de semana, he estado prospectando determinadas zonas de la cuadrícula UTM que nos hemos marcado con el objetivo de localizar todos los nidos de calzadas presentes. De esta forma, podemos abordar la segunda parte de la investigación que queremos realizar en Valladolid, la cuál se basa en un análisis de la evolución de estas parejas, fidelidad a territorios, filopatría, composición de la parejas, morfos de adultos y pollos, alimentación, reducción de nidada, primera reproducción... Durante este mes de junio, los pollos de las calzadas están eclosionando. Las hembras están pendientes de ellos, dándoles calor, protegiéndolos, alimentándolos... Hay que tener cuidado con las molestias en estas fechas porque, la hembra al salir precipitadamente del nido al ver a alguna persona acercarse, puede tirar a los pollos abajo. Las caídas a esas edades es mortal al no haber ningún matorral que amortigüe el golpe. En el caso de que sobreviviera, el pollo abajo no puede salir adelante ni los padres se van a hacer cargo de ellos. Seguramente murieran depredados o de inanición, altas temperaturas, deshidratación... Durante el mes de julio, aunque ya casi emplumados, las caídas también son mortales al no poder levantar el vuelo. Ayer en la visita a uno de esos nidos, encontré un pollo que el año pasado le sucedió esto y terminó por morir debajo del nido. Esperemos que estos meses sean tranquilos y no tengamos que lamentar ninguna situación de este tipo. Aquí o cuelgo la foto de los restos del ejemplar caído después de un año.
FOTOGRAFÍA: Ignacio Santiago García Dios |
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