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domingo, 12 de abril de 2020

CÓPULA SATÁN Y DIANA

Además de arreglar nidos, construirlos, defenderlos frente a otras rapaces y congéneres y coger peso, otra de las actividades en las que están metidas las calzadas a finales de marzo, abril y principios de mayo, son las cópulas. Las cópulas comienzan al día siguiente de la llegada. La franja horaria más frecuente de las cópulas, es por las mañana, sobre todo a primera hora. Esto no quiere decir que no veamos alguna cópula por la tarde o a partir de las 14:00. A veces la climatología es muy adversa en las primeras horas de la mañana, no pueden ir al nido, no pueden copular y lo dejan para otro momento. Días de muy mala climatología durante, paran esas cópulas al día siguiente. Tenemos días de 1 sola cópula, hasta 4 que hayan podido ser observadas durante una mañana. 

En el vídeo vemos a SATÁN y DIANA durante una de sus cópulas. SATÁN perdió a su compañera en 2018 por el ataque de un búho real en el nido mientras incubaba. En 2019, no sabíamos si tendría pareja o no, pero tenía una corazonada de que la tendría, de ahí que pusiéramos una cámara de fototrampeo en un árbol enfrente del nido. Y así fue. Apareció DIANA, una hembra MC valiente, fuerte. Ella llegó el 2 de abril, él se retrasó al 5 de abril. Además, recuerdo que ese día estaba dentro del hide observando el nido ya que quería comprobar que había hembra nueva. Era un día muy frío, un viernes por la tarde, bajo cero. Estando dentro del hide, vi aproximarse una calzada por dentro del pinar que venía del norte, intermedia. Iba directamente al nido, traía muy buen buche. Se posó en el nido, mira alrededor, y sin descansar ni nada, vio unas cuantas palomas torcaces en las cercanías, en el suelo, y se tiró a por una y la captura con una facilidad pasmosa. Allí estuvo comiendo tranquilamente aunque ya no le cabía más comida en el biche. Son de esas cosas que te pasan y te pillan sin cámara preparada. DIANA era nueva, inexperta. Le costó crear el vínculo con SATÁN. No copularon como hacen otras parejas ya establecidas al poco tiempo de llegar. Le costó a SATÁN cortejarla, agasajarla con presa, arreglar el nido... Ella era muy nerviosa, intranquila... SATÁN estuvo mucho tiempo pendiente de ella, de la puesta, echado sobre ella... También DIANA estaba intranquila porque tuvo que soportar hasta cinco ataques directos en el nido. Y salió sana y salva, fortalecida, demostrando a SATAN que ella era la compañera ideal, que defendería el nido, su prole, si fuera posible con su vida, como lo hizo su antecesora. De ahí que le puse el nombre de DIANA. Pensé en llamarla Artemisa, nombre de la diosa griega de la caza y de los animales salvajes. Pero me gustaba más el nombre que los romanos dieron a esta diosa: DIANA. Le he puesto este nombre porque DIANA (Artemisa) se caracterizaba por ser fuerte, valiente... y esas cualidades, eran las que va a necesitaba para evitar, repeler, rechazar... todos los ataques que le vendrían más adelante.

Esperemos ver este año de nuevo a SATÁN y DIANA criando en su nido, esta vez esperemos que el búho real y el azor común los dejen tranquilos. 



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