En la monografía sobre el águila calzada que escribí para Tundra Ediciones, dediqué un capítulo sobre la dieta de la especie. A la hora de estudiar la dieta en una especie, recurrimos al análisis de las egagrópilas, restos de presas y observaciones. Cada uno de estos tres recursos, presentan ventajas e inconvenientes, siendo necesario recurrir a los tres para evitar sesgos. Además de la monografía, también en el artículo de la dieta que publiqué en Ardeola, se comenta esta forma de trabajar. Conforme avanza la tecnología, se nos brinda la posibilidad de recurrir a otros recursos muy interesantes en el estudio de rapaces. En nuestro caso, en 2019 comenzamos a poner en marcha el estudio de determinadas parejas a través de la instalación de cámaras de fototrampeo Browning. Antes de abordar este trabajo, se contó con la experiencia de investigadores y naturalistas que estaban utilizando estas cámaras para el estudio de mamíferos carnívoros. Gracias a esos conocimientos previos, y al trabajo que hemos realizado en estos dos últimos años, hemos conseguido disponer de cámaras de fototrampeo instaladas en once nidos de águilas calzadas, con unas prestación, configuraciones... óptimas para este tipo de trabajo. Hemos tenido que trabajar mucho durante los meses de otoño e invierno en estos dos años, para conseguir llevar este tipo de recurso de grabaciones en suelo a grabaciones en árboles.
Una de las ventajas que tiene el fototrampeo en aves rapaces, es poder estudiar su dieta. Además de determinar el grupo al que pertenece el ave, se puede llegar a identificar la especie, sexo que la aporta, analizar el desarrollo en las capacidades de los pollos de comer solos, saber cuando empieza la hembra a cazar, porcentaje de aporte de la hembra, etc. Durante estos años, en los que se han hecho muchas horas de observación desde hide, grabaciones, recogida de presas y egagrópilas, solo tenía una cita de haber localizado un reptil en un posadero de calzada. Fueron los restos de un lagarto ocelado (Timon lepida); se dejó anotado al no haberse visto a ninguno de los adultos consumirlo o sacarlo del nido. A diferencia de la población que he estudiado durante tanto tiempo, Tiétar-Gredos-Moraña, el aporte de reptiles en la dieta del sureste de Valladolid es nula. En la población abulense, al igual que en Madrid, Murcia, Almería... los reptiles son importantes en la dieta de la especie. He determinado lagarto ocelado, lagarto verdinegro, lagartija serrana, lagartija colilarga y lagartija colirroja.
Bueno pues gracias a la cámara de First y Tejón, hemos podido detectar la llegada de Tejón con una lagartija colilarga el 10 de junio de 2020. Es la primera vez que se graba este hecho. Si no hubiese sido por la cámara, este tipo de presa no se hubiese determinado, ya que no deja restos ni en nido ni en egagrópilas. Este es un ejemplo más de cómo el uso de cámaras, siempre bajo la autorización de la administración regional o provincial de medio ambiente. Agradecer a la Junta de Castilla y León la tramitación del permiso correspondiente para que el Proyecto Pennatus, siga descubriendo cosas tan interesantes como ésta. Además del estudio de dieta, se está estudiando la actividad nocturna de la especie, depredación por parte de otras especies, fenología, competencia intra- e interespecífica, desarrollo de los pollos, etc.
En el próximo número de la revista Quercus, muchos de los hallazgos inéditos que hemos obtenido del seguimiento de la especie en Valladolid, se mostraran: competencia intragremial, peleas entre calzadas, ataque de depredadores, trío poligínicos y poliándricos, aceptación de nidos artificiales. No os lo perdáis!!!
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