A veces las calzadas tienen unos comportamientos que nos desconciertan, otras veces llevan a cabo sus rutinas o sus necesidades, las cuales nos hacen pensar que ha pasado algo... Es verdad que a veces, encontramos un nido vacío, y ha sido como consecuencia de una pérdida de la puesta, como este año en dos nidos por rabilargos, y la supuesta predación por garduña en otro. Pero otras veces, están posadas cerca, han salido a echar una egagrópila, a defecar, o simplemente a estirarse un poco volando por la zona. Algunos indicios de su presencia, de sus sexo, del estado de la reproducción... serían los siguientes. Estas dos fotografías están hechas en el mismo nido.
La primera es un cúmulo de plumas primarias, secundarias, incluso había una rectriz debajo del nido que no la puse en la foto. Al ver estas plumas debajo de un nido, nos indica la ocupación del nido, la puesta de los huevos y la incubación. La hembra, cuando entra en ese estado de sopor antes de la puesta, comienza a producir hormonas que también activan la muda y el desarrollo de la placa incubatriz. Es durante la incubación, una vez que ya han puesto, que ella va cambiando las plumas más deterioradas según un patrón que está Iñigo Zuberogoitia analizando con las fotos que le remito de los centros de recuperación y población silvestre. Por el contrario, los machos nos mudan durante la estación reproductora, no se pueden permitir perder capacidad de vuelo ni pérdida de calor. De ahí, que las plumas desde mayo hasta finales de agosto, serían de hembras, nunca de machos. Ellos comenzarán a mudar cuando comiencen la migración. Las calzadas completan una muda en varios años, teniendo que hacerla tanto en España como en sus cuarteles de invernada. MUY IMPORTANTE: Hembra en buena condición, buena muda.
La segunda foto, es la cáscara de un huevo debajo del nido. Se puede ver como el huevo, se ha abierto como hacen los pollos. Con el diente de huevo, realizan una apertura, y luego como si fuera un abrelatas, va realizando la rotura del huevo de forma concéntrica, perfecta. Por lo general, los restos de huevo son colocados en el borde del nido, terminando por caer justo debajo. Otras veces se integran en los palos del nido o son pisados, lo cual hace que queden en la estructura del nido. También se puede apreciar como se retraen las membranas que recubren la parte interna de la cáscara del huevo. Esas membranas se denominan membranas testáceas (externa e interna), las cuales actúan de barrera contra contaminaciones por parte de microorganismos desde el exterior.
