Parecía que este año estábamos teniendo mucha suerte, y que todos los pollos equipados con emisor superaban cada día que pasaba adquiriendo destreza en el vuelo y caza. Este año se han equipado a 10 pollos con emisores Ornitela. Los primeros que se marcaron fueron ZEUS y ARSE el 03/07/22, ya hace 5 semanas. Como ya os he comentado en posts anteriores, ARSE ya comenzó su migración estando ayer en la provincia de Badajoz.
De los 10 pollos marcados, 2 de ellos (CHOKO y AURA) eran de puestas y nidadas tardías. Se equiparon con emisores, porque dentro de la muestra de ejemplares de águila calzada que tenemos desde 2020, queríamos saber qué probabilidades de éxito tenían, cuando comenzarían la migración, migrarían a África o se quedarían en España, etc. A CHOKO se le equipó con el emisor el 05/08/22, y AURA el 08/08/22 (29 y 32 días después que los primeros).
CHOKO el día de la colocación del emisor ORNITELA (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
En observaciones desde hide antes de la colocación de los emisores de los pollos, así como después de su marcaje, he estado viendo como el aporte de presas al nido por parte de los padres ha sido escaso, irregular, de ahí que fueron pollos con un retraso en el desarrollo del plumaje, bajo peso, y un incremento en el periodo de estancia en el nido. Además de eso, AURA ha tenido que soportar la presencia y entrada en su nido de otros dos jóvenes de un nido cercano (ROME y MOSCATEL, ya hablaré de esto en otro post).
El 29/08/22 estuve viendo a CHOKO por el territorio de sus padres, piando, moviéndose por dentro del pinar, cicleando brevemente. Se le veía bien. Las emisiones diarias de su emisor, nos mostraban que estaban incrementando las horas de vuelo, cargaba cada vez más la batería del emisor, no había ninguna anomalía.
El viernes 09/09/22, aparece en la emisión de CHOKO sobre las 12:01 una señal de advertencia (triángulo amarillo con signo de exclamación). En ningún momento aparecía el símbolo de individuos muerto (señal de calavera y tibias). El 08/09/22 la emisión fue normal, sin ninguna señal de advertencia. El territorio del nido de CHOKO no tiene muy buena cobertura, estando a veces en hide y viendo como el móvil no conecta con Internet, mensajería, etc. Aún así, teníamos las posiciones que nos indicaba el emisor del viernes 09/09; 5 posiciones entre 09:31 y 11:31. Analizando las gráficas de los acelerómetros, vemos que el miércoles 07/09, entre 14:09-15:14 (UTC) a CHOKO le ocurre algo (16:09-17:14 hora local; UTC+2), quedando el emisor boca abajo a partir de las 18.
Captura de pantalla de la consola Ornitela con la gráfica de los acelerómetros de CHOKO en los últimos 3 días donde podemos ver el incidente que le causa la muerte |
Punto donde cayó al suelo después de ser capturado por el depredador (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Segundo punto donde es desplumado parcialmente (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Tercer punto donde es desplumado parcialmente. Ya aparece alguna pluma secundaria (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Seguí con la prospección, y en dirección N a unos 55 metros, según iba avanzando, me fijé en una especie de cueva formada por la copa de un pino que había crecido retorcido cayendo la copa en el suelo. Había una pequeña entrada de unos 60 cm de ancho y sobre 1 metro de alto. Me llamó la atención, y me dirigí hacia ella.
Vista de la cueva formada por la copa del pino donde se ocultó el depredador (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Al entrar, localicé la mayor parte de los restos de CHOKO. Es un sitio donde hay que ir a gatas, agachado, ya que el techo formado por el tronco y ramas del pino no te dejan levantarte. Vi como 3 montones de restos.
Vista interior de la cueva formada por la copa del pino donde se ocultó el depredador (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
A la izquierda de la entrada, localicé las plumas primarias y secundarias del ala izquierda, y el húmero muy bien repelado. Alguna pluma rota al intentar extraerla, cagadas. Tendría a CHOKO boca arriba, y desde encima fue sacando las plumas y consumiendo carne de ese ala izquierda.
Egagrópila echada por el depredador de CHOKO, posiblemente regurgitada ante de comenzar a comer (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Húmero del ala izquierda (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
A poca distancia, localizo el montón de plumas de la cola (12) y del ala derecha (excepto 1 primaria y 6 rectrices, las cuales estaban en los montones encontrados fuera y 1 en el primer montón de la cueva). Se ve que ahí sigue consumiendo. El tercer montón, aparece la primaria del ala derecha que faltaba, así como plumas corporales, y parte posterior del cráneo. Dentro de esta zona, hay bastantes cagadas, lo cual nos indica que el depredador estuvo el día 08/09/22 dentro, comiendo los restos.
Vista del 2º y 3er acúmulo de plumas en el interior del escondite (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Vista del 2º y 3er acúmulo de plumas en el interior del escondite (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Trozo de la parte posterior del cráneo de CHOKO (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Base del pino donde se posó el depredador, siguió comiendo y defecó el azor antes de salir de la zona (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Dirección de salida del depredador desde la base del pino hasta la siguiente zona (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Comencé la búsqueda sobre las 08:00. Punto de partida: salida este de la cueva del pino donde estaba las cagadas y el último hueso. Puesto en esa posición, a la altura del depredador, fui descartando orientaciones de salida. Cuando define la dirección de salida, y sabiendo los puntos que nos envió el emisor del viernes 09/09 hasta las 11:31, fui andando despacio leyendo cualquier indicio que se presentara.
Y a 45 metros de esa salida del refugio que había utilizado, localizo debajo de una rama grueso de un pino de buen porte, el emisor boca abajo con el arnés de teflón intento, y los restos totalmente comido de CHOKO (garras con anilla, tarso, cadera, así como el otro húmero y antebrazo del ala derecha). Una cagada también en suelo. Esta posición estaba cerca de 100 metros de distancia de la posición que nos marcaba el emisor a las 11:31.
Detalle de la garra derecha con anilla metálica de CHOKO (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Restos dejados por el depredador en el último punto de alimentación (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Posición como se localizó el emisor de CHOKO (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Reconstrucción de los diversos puntos donde el depredador estuvo moviendo, desplumando y comiendo los restos de CHOKO |
En ese momento, te llegan muchos recuerdos y sensaciones. Por un lado, estas satisfecho y contento por haber realizado un buen trabajo de prospección, búsqueda y explicación de qué le pasó a CHOKO, además de recuperar el emisor Ornitela, el cual habíamos comprado este año y podremos utilizarlo en 2023. Por otro lado, tristeza y pena de recoger los huesos, plumas... de un joven al cual he visto a su madre incubar, su desarrollo desde que nació, todo el progreso que ha ido haciendo, horas de hide, observaciones, anillarlo y ponerle el emisor, verlo volar... Al final, volvemos a corroborar lo difícil y duro que son los primeros meses de los jóvenes de águila calzada, con una alta mortalidad. Muy pocos llegan a ser adultos reproductores. Además este año, con las altas temperaturas durante tantos días, ha hecho mucha merma en pollos y jóvenes. CHOKO nació el miércoles 22/06/22, y murió el miércoles 07/09/22. Han sido 77 días, en los cuales hemos estado pendientes de su evolución, ayudándolo a que saliera adelante, pero contra la naturaleza no podemos actuar. La depredación es un hecho natural, frecuente. Unas veces es el águila calzada el que depreda sobre rapaces, y otras veces los pollos, jóvenes, inmaduros y adultos de águila calzada, son la presa de mamíferos y otras rapaces. Así es la vida, así la tenemos que observar y respetar. Nos duele el hecho, pero nos aporta muchos datos importantes.
Una foto mía con CHOKO el día de su primer manejo el 21/07/2022 (Fotografía: Cristian Gorgojo) |
Otra foto con CHOKO del 10/08/2022 (Fotografía: Cristian Gorgojo) |
CHOKO posado en una rama del árbol del nido (Fotografía: Cristian Gorgojo) |
En cuando a quién acabó con la vida de CHOKO. Por los indicios que he visto en campo (horas, punto de caída de CHOKO, movimientos del cuerpo por dentro del pinar, restos encontrados, escondite utilizado, etc.), me decanto por un azor común (Accipiter gentilis). En esta zona del territorio, hemos grabado en diversas ocasiones azores adultos e inmaduros.
Agradecer también a mi amigo Rafael González de Lucas, el cual apadrinó a CHOKO. Él sabe perfectamente como son estas cosas, ya que lleva toda su vida trabajando en la conservación de la naturaleza, anillando, y además se ha criado en estos pinares y los conoce perfectamente.
Os subo algunas imágenes y fotografías, que complementa lo que os he explicado en el post.
Plumas primarias del ala izquierda de CHOKO localizadas en el interior de la cueva (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Plumas secundarias del ala izquierda y una del ala derecha de CHOKO localizadas en el interior de la cueva (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Plumas rectrices de CHOKO localizadas en el interior de la cueva (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Plumas primarias del ala derecha de CHOKO localizadas en el interior de la cueva (Fotografía: Ignacio S. García Dios) |
Detalle de algunas plumas secundarias rotas durante el trabajo de desplumar el depredador
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Detalle de la superficie (placa) del emisor Ornitela que portaba CHOKO, donde podemos ver señales de picotazos y uñas del depredador durante la captura y manejo de CHOKO
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Gran trabajo de investigación y documentación del final de CHOKO. Coincido contigo en esa mezcla de sentimientos. Afortunadamente gracias al dispositivo se ha podido conocer el final de este pollo de calzada. Enhorabuena.
ResponderEliminarGran trabajo Ignacio. Gracias por compartirlo una vez más.
ResponderEliminarLa vida es muy difícil para los pollitos, es alucinante ver como se hacen adultos a pesar de todas las incidencias, muchas gracias por la información
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