Aquí tenemos a nuestra princesa pucelana, posando a Rubén Sanz Benedit cerca del Museo de Ciencias de Valladolid. Es muy bonita, se la ve grande, fuerte. Ahora que ya está la pareja, ambos de morfo claro, hay que compartir tareas: macho a alimentar a la hembra y aportar algún palo al nido; la hembra, aportar palos, hojas frescas, hacer el cuenco con el pecho, ganar de peso y en 3-4 semanas de su llegada poner los dos huevos de los que suele constar la puesta. Durante estas semanas, realizarán varias cópulas al día. Es importante que acompañe el tiempo, no solo para aportar presas a la hembra que gane pese para desarrollar los dos huevos, sino también para que gane peso para estar 38-39 días de incubación. Además de esos días, luego deben estar cerca de 4 semanas pendiente de los pollos, semanas en las que las hembras no comen casi. Además necesitamos días soleados, con algo de temperatura para que les entre bien el celo y no bajen la frecuencia de cópulas. Gracias a Rubén Sanz Benedit podemos disfrutar de estas imágenes de la pareja.
Este blog recoge diversos aspectos relacionados con el conocimiento de una de las rapaces más bellas: el águila calzada (Hieraaetus pennatus). Este conocimiento procede del control y seguimiento de la población de calzadas en Castilla y León bajo las autorizaciones pertinentes. Fruto de este trabajo, he publicado artículos sobre la especie, Enciclopedia Virtual de Vertebrados, Diccionario Aceytuno, etc., y como culmen a todo esto, la Monografía del águila calzada en Tundra Ediciones.