Después de haber visto en los posts anteriores la morfología y biometría de la Calzada, vamos a comenzar con adentrarnos en un aspecto complejo como es el plumaje de la especie. Independientemente de la edad o sexo del especimen, la calzada presenta diversas fases de plumajes o morfos. Cuando yo comencé a estudiar a la especie allá por el año 1996, siempre se hablaba de dos fases de coloración: Fase Clara (FC) y Fase Oscura (FO). Tanto la literatura científica como la divulgativa recogía esos dos morfos. Conforme empezamos a estudiar y a observar con más detenimiento la especie, nos dimos cuenta de la presencia de otros individuos intermedios. Observaciones de estos ejemplares en el Tiétar he realizado, José Díaz en la Comunidad de Madrid, Fernando Barrios por Tarifa, Camilo Albert en Cataluña...
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Fotografía: Fernando Barrios Palacio |
Por lo tanto, a día de hoy podemos definir que las calzadas presentan tres morfos de coloración: Morfo Claro, Morfo Oscuro y Morfo Intermedio.
De los tres morfos de coloración existente en esta especie, predomina la fase clara sobre la oscura en una proporción de 7:3 (Cramp y Simmons, 1980) o 8:2 (en las poblaciones de Sudáfrica y Namibia). En determinadas zonas se ha visto un incremento de los morfos oscuras sobre los claros llegando a una proporción de 5:5 (Díaz, 2005) así como un claro de sesgo de hembras de morfo oscuro (Díaz, 2006; García Dios, obs. pers.). Por el contrario, el morfo intermedio únicamente representaría el 1 % de la población (Díaz, 2006).
La proporción de individuos en morfo claro u oscuro varía geográficamente. En el Magreb son raras las aves en morfo oscuro, en España hay una proporción del 20%, en Francia y Austria hay un 30% de aves oscuras, en el Cáucaso es del 50% y en Turkmenistán la proporción de aves oscuras alcanza el 80% (Glutz von Blotzheim et al., 1971).
De mi experiencia en campo sobre parejas de calzadas, la composición mayoritaria son los dos componentes claros. Son más escasas las parejas mixtas y solamente he conocido dos parejas compuesta por dos individuos de morfo oscura. En 2018, hemos conocido la tercera pareja de oscuros, los cuales han sacado adelante a un pollo oscuro.
Hay algunos estudios nuevos sobre diferencias en algunos compuestos en sangre entre pollos claros y oscuros (Galván et al., 2010). Los pollos melánicos tienen niveles de glutatión (GSH) en sangre, un antioxidante intracelular que inhibe la síntesis de eumelanina (la forma de melanina oscura), más bajos que los pollos no melánicos. Al tener estos niveles bajos de GSH los pollos de morfo oscuro, deben tener los niveles de otros antioxidantes alternativos más altos que los pollos claros, es decir, deben tener sistemas alternativos de antioxidantes en su cuerpo. En hembras melánicas hay niveles más altos de antioxidantes distintos del glutatión y la condición física es mejor que en hembras no melánicas.
Según el artículo, los individuos de plumaje oscuro también presentan una mayor concentración de otros antioxidantes alternativos en el plasma sanguíneo, lo que compensaría su falta de glutatión. Esta necesidad de compensación puede suponer una desventaja fisiológica en términos de tasas menores de fecundidad y supervivencia respecto a sus congéneres más claros. Por ello, los depredadores de plumaje oscuro suelen “ocupar hábitats donde su éxito cazando es mayor”, concluye el investigador del CSIC.
A pesar de esta aparente desventaja, estos individuos oscuros no han llegado a desaparecer. La producción del pigmento oscuro ofrece otras “ventajas adaptativas como la protección frente a la radiación ultravioleta y gérmenes, la resistencia mecánica de las plumas y el camuflaje”, explica Galván.
En un post a continuación os cuelgo el artículo.