Como ya bien sabemos, las egagrópilas serían aquellas estructuras más o menos cilíndricas de pelo, pluma, con restos óseos que las rapaces regurgitan con los materiales que no han podido ser degradados por los jugos gástricos. En el interior suelen quedar los restos óseos, siendo envueltos en ese pelo o pluma para que al ser expulsados no haga daño en la tráquea, laringe. En las aves rapaces diurnas, localizamos menos restos óseos ya que sus jugos gástricos son bastante más fuertes que en las nocturnas. En el caso de la calzada, dependiendo de la alimentación las egagrópilas son más puntiagudas (aves) o redondeadas (mamíferos). No suele echar egagrópilas todos los días, sino se echan cada 2-3 días. Aquí os pongo algunas fotos de las últimas egagrópilas que recogí en el posadero de Asha antes de marchar en migración. Mucho conejo se ve.
Durante el estudio de la dieta que hice en el valle del Tiétar y Sierra de Gredos, localicé cosas muy interesantes en restos en nido y en egagrópilas. El otro día leyendo el cuaderno del análisis, tenía anotado que se localizaron cosas tan curiosas como hueso de melocotón, huesos de cerezas, alacrán entero, hilo de lana... Y algo que resultó curioso, que con posterioridad se pudo comprobar, era la presencia de pelo de ciervo en egagrópilas de parejas presentes en las fincas privadas de Candeleda (Ávila), donde se lleva a cabo caza de venados. Ahora ya tenemos vídeos, fotografías, observaciones y relatos, donde se cita a la especie como consumidora ocasional de carroña y restos. Este hecho, también es apoyado por el número de águilas calzadas que han sido envenenadas según el último informe sobre el veneno en nuestros campos. Otro indicio que nos puede estar hablando de un consumo de animales muertos por parte de la calzada, son el alto número de atropellos en carretera. Por desgracia, no se analizan estos hallazgos en cuanto al sexo y edad de los ejemplares muertos o heridos en carretera. Podríamos estar ante una estrategia más usada por los jóvenes de 1yr, los cuales pueden llegar a recurrir a la búsqueda de este tipo de recurso alimenticio, lo cual pudiera subsanar la inexperiencia en la caza durante esos primeros meses de independencia.
Gracias a Claudio Amorós de Alicante, he podido ver una egagrópila de águila calzada con presencia de pelo de jabalí en la superficie. La egagrópila fue recogida en un posadero el día 24, y a unos 4 o 5 metros una amoladera muy pequeña.
El paraje es el denominado la Molineta, en el término municipal de Albatera. En la provincia de Alicante, al igual que el resto de Levante, pasan el invierno bastantes ejemplares de águila calzada. A ver si podemos disponer en un futuro de alguna grabación de águilas calzadas entrando a carroñas de jabalí, ciervo, etc. dejados en campo. No es tarea fácil, pero sabiendo si se dejan carroñas en la zona, podría grabarse con cámaras de fototrampeo el acceso a este recurso por las diferentes especies presentes en la zona.
Veremos a ver que pasa...