Tercer año que tenemos que lamentar la pérdida de pollos de águila calzada en el nido del Parc Natural dels Ports. En 2019, uno de los pollos, como consecuencia del ataque del azor, cayó y tuvo una lesión que le impidió estar en estado natural. En 2020, el azor se llevó del nido al único pollo que tenía la pareja. Aunque en 2021 la pareja cambió de nido, ha vuelto a sucederse el ataque del azor.
Como en 2020, el azor ha valorado el enfrentamiento cuerpo a cuerpo con la hembra. Estamos hablando de rapaces muy similares, con hembras de calzadas ligeramente inferiores al tamaño de las hembras de azor. Aún así, una pelea cuerpo a cuerpo puede ocasionar lesiones, heridas a ambas, aspecto éste que debe evitar el azor. Por este motivo, el azor sabe que debe sacar a la hembra de calzada del nido, porque en el pinar la puede dejar atrás y volver rápido a por los pollos. En el vídeo podemos ver que ya era tarde, las 21:23. Primer pase del azor a la izquierda del nido, no entrando directo, sino bordeando el nido, haciendo que la hembra salga ya la primera vez. Rápidamente, la calzada vuelve al nido, y nada más llegar ya está el azor de nuevo por el lado izquierdo del nido amenzándola. Vuelve a bordear el nido, y se posa en un rama por encima en el pino de al lado. Desde esa posición, en vez de entrar al nido y enfrentarse a la calzada, hace la jugada maestra: se tira hacia abajo del nido de ésta, la cual va detrás de él, y es en ese momento, debajo del pinar donde la calzada le cuesta coger altura y entrar al nido, en cambio el azor, lo hace rápidamente. Entra, y coge en cada garra a un pollo para llevárselos. El pollo pequeño intenta agarrarse a las ramas del nido, pero terminan por desaparecer.
No sé sabe nada más. Si pudo con ellos, el azor los llevará a nido o los comerá en posadero. Si cayeron a suelo, terminará la faena allí. Otro hecho triste, pero que nos demuestra que unas veces somos presa, y otras veces somos depredador.
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