En el año 2000, publiqué en la Revista Ardeola junto a Javier Viñuela, un artículo titulado "Efectos de la Gestión Forestal sobre el éxito reproductivo del Aguililla Calzada Hieraaetus pennatus en el Valle del Tiétar".
En este artículo pretendíamos ver la influencia de la Gestión Forestal y la Meteorología en el éxito reproductor de la Calzada en el área de estudio. Una de las prácticas que se practicaban en esta zona de Ávila, era el resineo de los pinos resineros. Práctica, que junto con la corta de pinos, entresacas y ganado, sacaban adelantes las economías locales. Fruto de ir revisando nidos y nidos de la especie durante años en estos municipios, encontré algún pollo caído debajo de nidos que estaban siendo resinados, También noté que con sólo tocar el tronco de un pino con nido,la hembra salía apresurada del nido.
Estos hechos nos demostraron que el resinar el pino del nido, podía provocar que la hembra pisara los huevos que estaba incubando o tirará fuera del nido a algún pollo, los cuales están entre las patas y el cuerpo de la hembra cuando son pequeños. El resineo empieza en primavera las primeras tareas de limpieza, apertura de caras, rascado... De ahí que sea un momento crítico.
En vista de esta situación se habló con los resineros de la zona (El Arenal y Guisando) para explicarles la situación y para que dejaran el árbol del nido sin resinar. Un solo pino no suele ser un gran ingreso pero aún así se le daba la opción de abrir otro pino en ese rodal.
Las medidas que se propusieron en ese artículo fueron las siguientes:
- No resinar nunca el árbol del nido. En el caso de que la zona se vaya a resinar por primera vez, dejar un rodal de al menos 50 metros alrededor del nido sin resinar. De esta forma las Águilas Calzadas irán familiarizándose con el resinador, y poco a poco podrá ir reduciéndose ese rodal.
- En el caso de que se haya caído el nido, no se resinará ni se cortará alrededor de 100 metros del árbol que soportaba el nido, ya que el Aguililla Calzada suele reconstruir los nidos, pero para ello necesita un mínimo mantenimiento de la zona donde se encontraba, y tranquilidad durante la fase de construcción.
Estas medidas se pusieron en marcha con la ayuda de Marcos González, Agente Medioambiental de Guisando en esos momentos, en su termino municipal.Antonio el resinador aceptó bien las indicaciones, más aún cuidaba el nido del águila, nos contaba si veía alguien cerca... Decía que le hacían mucha compañía en el monte. Hasta el pequeño perro que tenía se sentaba debajo del nido de la calzada. Y de esa forma, se podía compaginar la Conservación y la Explotación Forestal.Un ejemplo.
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