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sábado, 9 de julio de 2022

UNA PÉRDIDA CONOCIDA

Estas semanas de máxima actividad en el PROYECTO PENNATUS, está coincidiendo con días de temperaturas extremas, tormentas, mucha actividad laboral en campo, incendios... Ayer tuvimos uno en Aldeamayor de San Martín, que podría haber hecho mucho daño si llega a entrar en pinar y no se hubiese atajado. Qué gran trabajo de los agentes medioambientales, torretas, helicópteros, retenes, brigadas... cada año dejándose la piel para evitar males mayores!!! Vengo de una zona como es el valle del Tiétar (Ávila) en la que hemos sufrido y sufrimos muchos incendios cada año, algunos que han arrasado infinidad de hectáreas de gran valor ecológico, y por desgracia, llevándose la vida de personas. 



Esta mañana miembros del equipo del PROYECTO PENNATUS, hemos visitado el área de estudio para ver si había afectado a alguna de las zonas donde tenemos nidos activos. Ha sido un alivio en parte comprobar que no hemos tenido bajas. Esperemos que los pollos salgan rápido del nido, y puedan valerse por sí mismos pronto para afrontar futuros problemas como los incendios forestales.

Por desgracia, había un lado amargo en la mañana. Ya de vuelta, he pasado por un nido que hemos comenzado a seguir gracias a que nos informó de su posible existencia Bruno. Cuando conoces la zona, lo visualizas desde la autovía sin problema, pero si desconoces que en la zona hay una pareja de calzadas pasa desapercibido. Suelo parar para ver cómo evoluciona la pareja, y desde el arcén con prismáticos o telescopio veo sus progresos. Ya sabíamos que tenía pollos, pero estábamos a la espera de verlos cuando comenzaran a ramear, ya que ahora la hiedra dificulta mucho la visión de la plataforma. Cuando he ido aproximándome por el arcén, he visto a lo lejos algo tendido en el suelo, y rápidamente me he dado cuenta de que algo iba mal. 

Cuando he llegado a la zona y he bajado del coche, he confirmado que el ave muerta era la hembra de la pareja. Una colisión con algún vehículo, ha acabado con la vida de esta preciosa calzada. Lleva días muerta, estando el cuerpo bastante degradado con abundantes larvas dando cuenta de su cuerpo. Rápidamente, he bajado al nido para comprobar si había pollos. He podido ver a uno por lo menos, que estaba de pie en el borde. Tendrá poco más de 30 días. No he podido ver otro, aunque no quiere decir que no lo haya. La zona es peligrosa para parar con el coche, más aún cuando iba con mi hijo pequeño. Un hecho triste, lamentable, pero por lo menos nos queda el consuelo de que sigue el macho trayendo presas al nido. A esta edad, los pollos comen ya solos, y si no ocurre ninguna otra desgracia, podrán salir adelante. Siempre es triste para mi localizar a un águila calzada muerta, pero aún lo es más cuando es un ejemplar conocido que has visto como desde hace meses, luchan por sacar adelante a su prole.