Un tipo de anillamiento complementario a la anilla metálica, sería el uso de anillas PVC de colores con códigos alfanuméricos. Este tipo de anillas, pueden ser colocados en la misma pata de la anilla metálica o en la otra libre. Con este método, se pretende poder individualizar a un ave sin necesidad de su recaptura. Existe diversos estudios científicos que han abordado los principales problemas de este tipo de marcaje. Hay que tener en cuenta, que las lesiones que pueden ocasionar las anillas (metálicas y PVC) solo serán detectadas en el caso de manejo de las aves, de ahí que puede exister una mayor incidencia que pasa desaparcibida al no haber una recuperación o recaptura del ave anillada.
A continuación se recogen los siguientes:
- Daños en los tarsos, incluso pérdida de la pata (Reed, 1953; Atherton et al., 1984; Komen, 1987; Nisbel, 1991; Sedgwick y Klus, 1997; Armstrong et al., 1999; Berggren y Low, 2004; Splittgerber y Clarke, 2006; Pierce et al., 2007). A un 2,5% de los ejemplares de petroica de la isla Norte (Petroica longipes) anillados con este método, se les atoraba el dedo posterior en la anilla. En ejemplares de maluro soberbio (Malurus cyaneus), se producía acumulación de escamas, restos de piel, entre la anilla y el tarso, lo cual provocaba obturación del espacio e inflamación de tarsos por encima de la anilla. En especies de las familias Muscicapidae y Monarchidae, el uso de las anillas de colores PVC incremento la tasa de daños en los tarsos desde el 0-2% de los ejemplares sin anillar, hasta el 13,2-35,3% (Pierce et al., 2007). Algunas especies más con estas afectaciones Notiomystis cincta, Hypothymis azurea, Terpsiphone mutata, Muscicapa striata, Ficedula hypoleuca, Terpsiphone rufiventer, Sterna hirundo, Sula capensis.
- Molestias en las aves como grullas, urracas, chorlitejos patinegros; picotean las anillas llegando a quitárselas en algunos casos (Reese, 1980; Hoffman, 1985; Hill y Talent, 1990). En Muscicapidae y Monarchidae mostrando dificultades a la hora de posarse en ramas (Pierce et al., 2007), teniendo que hacer movimientos de equilibrio para mantenerse.
- Alteración del comportamiento (Burley et al., 1982, 1986; Hoffman, 1985; Brodsky, 1988; Hagan y Reed, 1988; Beletsky y Orians, 1989; Metz y Weatherhead, 1991; Holder y Montgomerie, 1993; Johnson et al., 1993; Cuthill et al., 1997; Johnsen et al., 1997; Oldenhof y Piek, 2012). Pueden afectar el atractivo para apareamiento, cuidados a la pareja, estatus de dominancia, incluso agresión en algunas especies. Se han visto estas modificaciones en especies de los géneros Lagopus, Carduelis, Luscinia, Poephila, Leuconotopicus, Columba...
- Disminución en la esperanza de vida, con individuos marcados con determinados colores, que muestran comportamientos de sumisión, menor acceso al alimento, terminando por presentar una pobre condición física (Burley, 185).
- Incremento en la tasa de depredación. Los destellos y presencia de color en los tarsos, puede atraer la atención de los depredadores (Götmark y Olsson, 1997; Froget et al., 1998), facilitar la captura al presentar estas aves marcadas problemas en los tarsos (Sedgwick y Klus, 1997; Amat, 1999; Berggren y Low, 2004), tener que destinar más tiempo a la alimentación (Reese, 1980), marcar el territorio, etc., o cual incrementa la probabilidad de depredación (Culik et al., 1993), y presentar menor capacidad de huída por la dificultad de las anillas en tarso y peso de éstas (Witter y Cuthill, 1993; Kullberg et al., 1996). Cresswell et al. (2007), determinan un incremento en la tasa de depredación por parte del gavilán comun (Accipiter nisus) de un 2,2% sobre los archibebes comunes (Tringa totanus) que portaban anillas de colores en los tarsos.
- Menor éxito reproductor y sex-ratio a favor de las hembras, en los machos reproductores de carpinteros de cresta roja (Picoides borealis), que portaban anillas PVC de color rojo comparado con los machos control; no siendo así en las hembras con anillas de ese color, lo cual puede asociarse a un menor interés de las hembras por potenciales parejas con bandas rojas y pollos con esas anillas (Hagan y Reed, 1988).
- Pérdida de las anillas por la propia ave (Reese, 1980; McCollough, 1990). Algunas especies que se ha determinado este comportamiento han sido el águila calva (Haliaeetus leucocephalus), busardo colirrojo (Buteo jamaicensis), no recomendándose para estudios de rapaces a largo plazo ni en especies con picos robustos (Bird y Bildstein, 2007; Silvy et al., 2012), también ha ocurrido en individuos de águila imperial ibérica (Aquila adalberti) marcados con emisores (Sánchez com. pers.).
- Anillas ilegibles en especies con tarsos emplumados como el águila calzada (Hieraaetus pennatus), águila real (Aquila chrysaetos) y águila imperial ibérica (Aquila adalberti).
- Enganches en ramas con la anilla en grandes águilas (Sánchez com. pers.).
Buitre leonado con presencia de afectación del tarso izquierdo por dificultad en la circulación como consecuencia de la anilla PVC - Fotografía: Alberto Álvarez |