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domingo, 6 de diciembre de 2020

LIMPIAS DE TRICHOMONAS

Que alegría le da a uno, cuando le comunican que las calzadas que tenían Trichomonas gallinae, después del tratamiento que les pusieron, han podido recuperarse y están en perfecto estado para su posterior reintroducción en el medio natural. Estos días me han pasado estas fotos, donde podemos ver a esta hembra imponente, preciosa, ya limpia de Trichomoniasis. Este fin de semana, he podido ver las fotos que me han remitido de uno de los centros de recuperación de nuestro país, donde se están haciendo las cosas de maravilla en el manejo de esta especie. No solo a la hora de presentar un porcentaje alto de recuperación de las calzadas que entran en el centro, ni a la hora de recuperarlas de la Trichomoniasis, sino también a la hora de prepararlas a su reintroducción en el medio natural con plenas garantías, no soltándolas por soltarlas sin certificar la valía y desenvoltura de esas aves en cuanto a las técnicas de caza. Todo lo que sea liberar un ave, un joven sin sus padres ni referentes, en su entorno o en otro, es un futuro fracaso, ya que estas aves no han recibido de sus padres los aprendizajes necesarios para acechar, volar, picar y caer sobre una presa. Ese proceso dura en la naturaleza alrededor de un mes y medio, donde los machos les enseñan todas esas técnicas, además de las zonas de caza que ellos explotan.


La trichomoniasis aviar, es una enfermedad producida por el protozoo flagelado Trichomonas. gallinae. Está relacionada con la ingesta de este protozoo a la hora de consumir presas como las palomas y las tórtolas. Las Trichomonas resisten los jugos gástricos, debido a que los protozoos flagelados de baja virulencia pueden vivir como comensales en el aparato digestivo. Estos parásitos han sido encontrados también en la sangre, dando una evidencia de que la invasión de varios órganos ocurre por vía sanguínea, por lo que una vez digerida la paloma, los tricomonánidos pueden quedarse bien en la mucosa digestiva o bien migrar por vía sanguíneo. No todas las rapaces que ingieren el protozoo desarrollan la enfermedad, en algunos casos son resistentes a esas cepas e impiden la progresión del protozoo. La forma clásica de expresar la enfermedad es la formación de placas caseosas en boca, esófago y buche, pero hay otras formas como la infiltración ósea de las tricomonas en el cráneo o migraciones vía sanguínea a órganos parenquimatosos. En las águilas calzadas, se forman un característico donuts en la garganta (caseificación), muy visible, que les impide tragar y alimentarse, terminando por morir de inanición. En otras ocasiones, pueden terminar muriendo por asfixia debido a la oclusión de la tráquea.

En las águilas calzadas se van dando cada vez más casos, el porcentaje de calzadas afectadas todavía no es muy alto. Al no haber estado en contacto con este protozoo la especie, aunque se den menos casos, los daños son muchos más graves. Por el contrario, en el azor común, el cual está muy familiarizado con la depredación de palomas con Trichomonas, aunque se localiza en muchos individuos, la gravedad de las lesiones es menor. Las primeras citas de la enfermedad en estas especies en cetrería data de 1619 en Inglaterra.


Cuando llega un ejemplar a un centro, los síntomas que presenta son lesiones detectadas en la exploración; se observarían placas amarillentas en garganta y buche, debilidad, apatía, salivación. Pueden parecerse los síntomas a la infestación por capilaria, aunque en capilariasis las placas son menos prominentes y suelen ser blancas, a diferencia de las tricomonas que suelen ser amarillas. Además de ese factor, al tomarse una muestra con hisopo y mirar al microscopio podremos diferenciar a la Trichomonas gallinae


Si el animal se encuentra muy desnutrido y/o deshidratado se le someterá a fluidoterapia y a alimentación forzada. En los casos que la enfermedad está muy avanzada y existe destrucción de la mucosa del esófago y buche se procede a alimentarlos con una sonda gástrica. La mucosa digestiva de las aves tiene una capacidad de regeneración muy rápida y se regenera en unos cuatro días una vez han expulsado las placas. Todos los medicamentos contra las tricomonas son principios activos derivados de los nitromazoides, se puede usar tanto ronidazol, metronidazol, carnizadol, etc. 

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