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martes, 5 de enero de 2021

GUÍA RAPACES IBÉRICAS DE MORILLO

Esta semana pasada, recibí vía whatsapp de Héctor,  amigo y compañero de carrera de biología en la Universidad de Alicante. Según me dice anda de mudanzas, y lo que tiene esto de los traslados, vuelves a ver y encontrar libros que vamos acumulando durante toda nuestra vida. Me envió fotos del libro de Cosme Morillo titulado “Guía de las Rapaces Ibéricas”. Estamos hablando de un libro con depósito legal de 1976. Una joya de libro. Hay datos que ya están obsoletos pero otros resultan muy curiosos. En aquella época seguían hablando de fases de coloración, en vez de morfos, y solo hablan de claras:oscuras (75-25%), sin comentar los morfos intermedios. En esa época todavía se consideraba a la calzada como una especie migradora, no hablando de individuos invernantes todavía. En cuanto a las medidas, la longitud máxima se queda corta, teniendo hembras próximas a los 130 cm. El peso es bastante elevado, no habiendo yo pesado en naturaleza ni en centro ningún ejemplar que superara los 1100 gramos. El apartado de la dieta es muy interesante. Lo primero curioso es el consumo de insectos. He leído algún trabajo que recoge a los insectos como presas. Yo nunca he visto ni grabado un aporte de insectos en ninguna pareja de calzadas, sí que aparecen restos en nido o en egagrópilas pero son insectos procedentes de los buches, estómagos de sus presas.  Pueden consumir algún insecto, los cuales comen durante los momentos en que limpian los nidos. Al haber comida, restos de presa, insectos xilófagos, etc., pueden comerlos en las tareas de limpieza. En los accesos a los nidos, he llegado a localizar hasta una pinza de un alacrán!!! Y huesos de fruta como cerezas!!! De ahí a decir que fue la calzada la que cazó al arácnido o la que comió la fruta, va un mundo. También he encontrado egas con cangrejo rojo americano, lo cual es más factible ya que las he visto metidas en charcas en verano pillándolos en la zona de Candeleda (Ávila). El último caso es que recoge huevo de zorzal. Lo mismo que lo dicho antes. Yo he encontrado hasta huevos de paloma en nidos, pero son de aves capturadas momentos antes de la puesta, no que vaya a nidos la calzada a por huevos. Otras presas que no he detectado nunca y que vienen en la guía, son el torcecuello y topo.  

Termina la guía con la puesta e incubación. Hablaban de 35 días de incubación cuando estamos entre 38-39 días, y también sabemos ahora que el macho colabora en tapar los huevos cuando la hembra sale a limpiarse, comer, etc.  

En la década de los 70s, se consideraba la especie no rara pero se alarma del descenso de sus efectivos.  En resumen, una guía que hizo mucho por dar a conocer a las rapaces de nuestro país, en épocas donde estaban bastante perseguidas. Da gusto a veces ver estos libros y leerlos porque son verdaderas joyas, excepcionales.





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