Gracias a naturaleza_salvaje89 en su perfil en Instagram, podemos disfrutar de este joven de águila calzada tan pión. Los jóvenes intentan alargar lo máximo posible, el periodo de dependencia de sus padres. Así que lo único que pueden hacer, es piar sin descanso, llamándolos, pidiéndoles comida y atenciones. Por su parte, los adultos tienen que cortar esta relación ya que deben recuperar peso para comenzar su migración. Las hembras, gracias a los datos que tenemos de ellas por telemetría, y cámaras de fototrampeo, dejan de un poco de lado la crianza y los cuidades de sus pollos cuando estos ya son capaces de comer solos. Algunos siguen durmiendo con ellos hasta que empiezan a ramear, por el contrario otras terminan antes esa relación, y los dejan dormir solos también. Incluso la salida de los territorios, las hembras las adelantan, dejando a los machos al cuidado de los jóvenes. Estos siguen pendientes un tiempo más, hasta que también tienen que comenzar su viaje migratorio. Y es en ese momento, cuando ya se encuentran solos, o junto a su hermano/a. Hasta que el instinto y la llamada del viaje, les anima a salir de su territorio natal y comenzar su ruta solos.
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