Esta tarde me ha enviado Itzy Colodro Sainz, una noticia publicada en la página web NoticiasCV sobre el rescate de un águila calzada por parte de los bomberos del Parque del Alto Palancia (Castellón). Por la imágenes parece un joven del año. Me alegro esta intervención salvando a esta calzada. El tema del ahogamiento de las calzadas no es nuevo. Cuando estudiaba la población del Tiétar y Gredos (Ávila), ya tuve que recoger algunos de mis jóvenes marcados con patagio ahogados en balsas de riego de las fincas de la zona y de las fuentes forestales. Más concretamente fueron tres ejemplares. En esos informes anuales que realizó a la administración regional, se propuso como medida correctora, colocar un madero, tronco... que fuera desde uno de los vértices inferiores de las balsas, hasta el vértice opuesto sobresaliendo de ésta. Con esa simple medida, a coste 0, se evitarían estos casos de mortalidad. No hace falta, como en otros casos he visto, el realizar una rampa de obra en los pilones. No nos podemos permitir la muerte de calzadas ni de ninguna otra especie, por tirarse a beber o bañarse en una balsa. En verano con jóvenes inexpertos volando, y debido al consumo de agua para el riego y a las nulas precipitaciones, caen en balsas donde la lámina de agua está muy por debajo de la salida de la balsa.
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